Jake Vig (Edward Burns) acaba de estafar miles de dólares al incauto Lionel Dolby con la ayuda de su equipo para descubrir posteriormente que Lionel no era un tipo cualquiera, sino el contable del excéntrico jefe del hampa Winston King (Dustin Hoffman).
Jake se ofrece a devolver el dinero a King montando el mayor golpe de su vida. La víctima será ni más ni menos que Morgan Gillette, un banquero que mantien estrechos lazos con el crímen organizado. Y traman un complejo plan que entremezcla créditos a empresas, contabilidad creativa, transferencias bancarias y cuentas en el extranjero.
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