Existen zombis de todo tipo. Unos, la mayoría, se mueven de forma lenta, torpe, envarada debido al "rigor mortis"; otros, por algún extraño motivo, corren que se las pelan y poseen fuerza hercúlea. Hay zombis que no están realmente muertos, esclavos sin voluntad debido a las malas artes, pero entre los que sí han pasado por el trance de la muerta, seguro los más interesantes para los zombífilos, la variedad es infinita, ya que los tenemos de todas las nacionalidades, épocas, profesiones, gustos y regustos que haya en este mundo (e incluso otros). Muertos vivientes motoristas, chistosos, pornógrafos, acuáticos, alienígenas, voladores, mutantes, bebés, universitarios, vegetarianos, gays, mafiosos, radiactivos... El planeta zombi es así de completo, y por este motivo, "Zombie Evolution. El libro de los muertos vivientes en el cine" pretende adentrarse en no pocos cementerios, profanar decenas de tumbas, recorrer las ciudades devastadas por el apocalipsis antropófago, asistir a la prpoagación de la infección, diseccionar los cuerpos pútridos y sin embargo vivos.
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